martes, 22 de marzo de 2011

CURIEPE DESCRITO POR EL OBISPO MARIANO MARTI


Día 19 de febrero de1784, salimos las seis y quarto de la mañana  del pueblo de Cúpira, y a las ocho y quarto llegamos a la boca del río, la entrada del mar, y a las nueve y quarto de la misma mañana  nos embarcamos, a las nueve  y quarto de la noche llegamos y desembarcamos en el puerto o playa de Higuerote, en donde pasamos aquella noche con mucha incomodidad por la mucha plaga. Día 20 de febrero de 1784, salimos del pueblo o playa de Higuerote a las siete y media, llegamos a los tres quartos para las onse de la mañana a este pueblo de Curiepe, distante de dicho Higuerote tres leguas. La navegación desde el puerto de Cúpira hasta el puerto de Higuerote fue muy dilatada, de dose horas, quando regularmente se haze en quatro o seis horas. El camino desde Higuerote hasta este pueblo es malísimo, porque se pasa un cañote o aguasal de una media legua sin haver otro camino por donde pasar, y ahora que este caño dizen que tiene poco agua, llega el agua cerca de la coraza de la mula, y lo restante del camino me parece que ha de ser intransitable, pues ahun ahora hay bastantes barreales. Este aguasal lo llaman el aguasal de la Sabana del Loro, la qual sabana esta casi toda inundada todoel año del río Tuy o del de Tacarigua por varios caños que de dicho río vienen a parar a esta Sabana, en la qual tenían los Urbinas de Caracas un hato de dos o tres mil reses, y de allí sacavan puntas de ganados para Caracas. En este camino, desde la playa, hay varios cerrajones o cerros, subidas y bajadas, que aunque no muy grandes, hacen el camino no llano y sí penoso en tiempo de lluvias.
       Esta Iglesia es baxo la invocación de Nuestra Señora de Altagracia, de una sola nave, sus paredes de bajareque, cubierta de palma. La Sacristía, detrás del Presbyterio, no está del todo desproveída. No está colocado su Divina Magestad, ni es conveniente que se coloque porque está muy desaseada toda esta Iglesia. No hay cementerio y he mandado hacerlo. Véase el decreto y véase el auto por el qual dispongo se haga una nueva Iglesia. Ni tampoco hay Baptisterio y el agua consagrada se conserva en un caxón de la Sacristía en un lebrillo, y allí se hacen los bautismos. No hay mas que el altar mayor, que tiene a los lados unos quadros de Pintura buenos, y en medio, en un nicho, hay dos figuras vestidas, una de la Virgen, que he mandado a componer y asear, porque no causava devoción, y otra San Joseph, ambas muy pobremente vestidas.
      Me dize este Teniente de Governador que acá se cogerán, unos años con otros, unas dos mil fanegas de cacao, y acá, no obstante ser fértiles estas tierras, cada mil árboles de cacao no dan más que unas diez o dose fanegas de cacao, y que en esta feligresía no habrá ni ahun cien haziendas de cacao entre grandes y entre pequeñas y muy pequeñas, que éstas hay muchas, como de cien árboles, doscientos y trescientos, quinientos y mil árboles.
      Este Cura rural, como llaman acá, o cura capellán de hazendados, es el padre Juan Pablo Salasar. Nació en la ciudad de Valencia del rey en 22 de enero de 1757. Estudió la Gramática, tres años de Filosofía y ocho meses en la clase de moral, todo en la Universidad de Caracas. Tiene quatro actos de oposiciones a Curatos. No tiene como particular Capellanía alguna. Se ordenó de Presbytero por el mes de agosto del año próximo pasado de 1783, a título de  este Curato de Curiepe, a donde llegó el día 11 de setiembre, desde entonces lo está sirviendo. Predica, enseña la Doctrina, administra los Santos  Sacramentos con puntualidad. Parece de buen genio y nada se ha sabido contra su buena vida y costumbres y no he tenido quexa alguna contra él.
      Los hazendados de cacao, solamente por sus esclavos pagan a este Cura doscientos pesos para el sínodo y cinqüenta pesos de oblata para pan, vino y cera, y los restantes vecinos, aunque sean hazendados de cacao sin esclavos no pagan dicho estipendio ni oblata, como hay algunos que tienen haziendas de cacao y las gobiernan y trabajan con gente libre. Y es de advertir que acá no hay hazienda alguna sino de cacao. Todos los libres pagan obvenciones y derechos parroquiales a este Cura y a la fábrica de esta Iglesia, y solamente los amos de haziendas de cacao por sus esclavos no pagan dichas  obvenciones o derechos. Estos vecinos no quieren pagar primicias y los Curas siempre las han pedido, y los vecinos nos las pagan, porque dizen que están en possesión de no pagarlas y he mandado pagarlas. Véase decreto.
      El vicio predominante acá es la omisión de oyr  Missa, sobre que he dado decreto (véase), y acá no hay devoción, ni virtud, ni freqüencia de Sacramento, ahún en las festividades de Jesuchristo y de María Santíssima, sino en alguna vieja; y ahún son omisos en cumplir los preceptos anuales de confesar y comulgar, sobre que también he dexado decreto, y en la última misión que de mi orden se hizo en el próximo pasado mes de diciembre, ni la mitad de la gente concurrió a ella, y solamente se confesarían unas cien personas, poco más o menos.
      Esta feligresía consta de mil trescientas y algunas más almas (véase la  matrícula) entre blancos (aunque de éstos pocos, pues no hay más que quatro familias y diez familias de isleños) negros, mulatos, sambos, libres, esclavos y de otras castas, y los esclavos solamente son quatrocientos y nueve.
      Acá hay muchas haziendas de cacao, casi todas sin riego, pues solamente unas haziendas, poco más o menos, tienen riego. Esta tierra es fertilísima, pues a más del cacao, produce caña dulce, maís, yuca, plátanos, ñames, arros, algodón y quanto se siembra.
      Este pueblo no está en sitio llano, y hay sus baxadas y subidas, y tal vez había cerca de ciento cinqüenta casas que forman calles, y algunas ya separadas de las calles. Como menos de media quadra está situado este pueblo inmediato, esto es, algunas casas en la barranca de este río de Curiepe, que es como el Guayre de Caracas, y como es bastante (honda) dicha barranca, no puede el río perjudicar al pueblo. La agua no se tiene por buena.
      Joseph Francisco Gaona, mestizo, soltero, vive mal con Juana Carrasquero, mulata, soltera, ambos libres. Viven en casas inmediatas en este mismo pueblo, en el bario Nuestra Señora de Altagracia; en casa de Antonio Manasmar vive ella. En presencia de este Cura, el mismo Gaona me prometió ausentarse de acá dentro de quinze días, y en este ínterin zelará este Cura de que ni menos se hablen y si no observan esto, les mandaré poner a la cárcel y principalmente al dicho Gaona.
      Marcos Escobar, mulato libre, casado con Germana Sisamón, mulata libre, vive mal con Petrona Hernándes, samba libre, su comadre. Ambos viven acá, él en este mismo pueblo y ella en el mismo barrio llamado Osma. Este Teniente de Governador me dize que pondrá a la dicha Petrona en una casa de formalidad y de gente de bien que la sugete y reduzga a una vida christiana.
      Luis Bartholomé Hurtado, mestizo, casado con María Magdalena Martínes, parda, mucho tiempo ha que andan ya unidos, ya separados, Y él me confesó que había adulterado, y el marido que la encontró pecando con Pedro Venancio Sojo, moreno, pardo, soltero, libre. Me dixo que yo havía perdonado y que la perdona. Llamados en presencia de este Cura, se fueron con ánimo de vivir juntos, y he prevenido a este Teniente que ponga a la cárcel a la dicha Magdalena, siempre que no quisiera vivir con su marido, y este mismo Teniente se dixe que mandará al Venancio Sojo salir de este territorio.
      Manuel Camacho, mulato libre, soltero, vive mal con María Joseph Rengifo, mulata libre, casada con Joseph Pitipié (assí es su apelativo por apodo). Ambos viven en este mismo pueblo. En presencia de este teniente de Governador prometió el Camacho buscar muger con quien casarse dentro de ocho días, y que en estos ocho días irá él y la muger a casa de este Cura para que les explore las voluntades.
      Francisco Quesada, mulato libre, soltero, vive mal con Marcela mota, viuda, mulata libre. Ambos viven en este mismo pueblo. Quedan convenidos en casarse, y dentro de seis días irán los dos  a casa del Cura para que les explore las voluntades, y les he dado doze pesos para que compren o hagan una casa de bajareque, de la que carecen.
      En este pueblo son tantos los sambos, negros y mulatos, que por las calles no se ven sino muy rara vez otros que negros  o de color muy quebrado, y se ven acá más negros que en Nirgua y en el Pao, y no será fácil reducir a este pueblo a una tal cual finura en la vida christiana y en la vida civil; y regularmente son pobres, porque las principales haziendas de cacao son de los vezinos de Caracas, y convendría poner acá un Cura de espíritu y de actividad y de aplicación a las cosas devotas, para excitar a estas gentes, que están muy omisas y abatidas por su genio y por su calidad baxa.
      A este pueblo le llaman desde su principio pueblo de Nuestra Señora de Altagracia y San Joseph de la Nueva Sevilla del valle de Curiepe. La partida más antigua de los libros parroquiales s deun bautismo de 19 de mayo de 1732, firmada por don Joseph Hilario Rodrigues Tinoco, que se titula Cura fundador. Hay vista personal del señor Madroñero de 23 de enero de 1763. En cinqüenta y dos años ha habido acá diez y ocho Curas, entre popietarios y interinos. En el año de1779 ya había acá quinientos diez y seis mil árboles de cacao, según resulta del prorateo de aquel entonces.
      Este Teniente de Governador, quien también lo es del pueblo de Mamporal, es don Joseph Manuel de Assís, de Caracas, cuyos parientes viven cerca de la casa de P. Landaín, antes de llegar a la puente de la Candelaria. Es soltero y parece hombre de buenas prendas.
      Según me dize Domingo Joseph Moscoso, moreno de este pueblo, que parece más advertido y ladino más de lo que regularmente lo son negros, me dize que el año de 1754 don Alexandro Blanco Villegas dixo a un negro, ya libre, que antes había sido su esclavo, que él havía descubierto estas tierras de Curiepe, y que el dicho negro, ya liberto, buscase otros negros para compañeros y que se viniessen a desmontar este terreno, que le fundasen una hazienda de cacao y que las demás tierras de este territorio de Curiepe quedarían para ellos. En efecto, estos dichos negros, fundaron dicha hazienda, y después, viniendo acá el dicho Blanco Villegas a ver la dicha hazienda y agrandádole estas tieras, as compuso y compró al Rey por ciento doze pesos y medio, quiso disponer después de estas tierras a su arbitrio, a lo que se opusieron los negros, y éstos, en el año de 1736, ganaron Cédula real que dispone que por Real Hazienda se le devuelvan al dicho Blanco Villegas los dichos 112 pesos y medio, y que estas tierras se entreguen a los negros; pero in embargo de esto, se han introducido y se van introduciendo los españoles en estas tierras, y en ellas fundan haziendas de cacao, sin hazer caso a estos pobres negros que por su baxa calidad son despreciados y desatendidos. Habrá unos treinta años que algunos isleños intentaron poblarse en un sitio que llaman Belén, a distancia de cerca de dos leguas entre Oriente y Sur respecto de este pueblo, y fueron dichos isleños arrojados de aquel sitio, y quedaron aquellas tierras para estos negros. Las grandes lagunas y el aguazal que se pasa para ir y venir del Higuerote, habrá unos veinte y siete años que se hizo, y no proviene del río Tuy, sino del río Capaya, que pasa o corre por Tacarigua, en el cual en aquel entonces se hizo una balza.
      El dicho Domingo Joseph Moscoso y Manuel Partero fueron a Madrid a representar sobre estas tierras de Curiepe, que consisten en seis leguas a cada viento, aunque hasta el mar hay menos de aquí a la playa, y en seis de mayo de 1782 despachó orden del señor Galves para que estos negros sean mantenidos en la posesión de estas tierras, sin permitir que otros se las quiten o detengan, sean quienes fueren, menos que tengan anteriores claros y legítimos títulos, y manda dicho señor Galves que el Intendente, a quien se dirige esta orden, le dé cuenta de lo que practique en devido cumplimiento de esta soberana resolución; y en esta misma orden se dize que también se comunica la orden conveniente al Governador de Caracas , pero en el Gobierno le dizen que allí no se halla tal orden; y el Intendente Avalos, a quien se presentó dicha orden de 6 de mayo de 82 dio vista al Fiscal y assí se ha quedado este negocio, que ahora lo quieren sustanciar con este nuevo intendente Saavedra. Todo esto me lo ha referido el dicho Domingo Joseph Moscoso, y yo he visto una copia simple de dicha orden de 6 de mayo de 82 que me ha manifestado el dicho Moscoso y para en don Hilario.
      Clemente Antonio Yanes, casado con Juana de la Encarnación Duarte, viven separados. Véanse las notas de Caucagua.
      Valerio Farfán, moreno libre, soltero vive mal con Rosa María, parda, soltera, entenada de Joseph Miguel Machado. Viven río arriba, dos leguas y media distintas de acá y tiene un hijo de dicho Valerio. Respecto que este denuncio lo han dado a este Cura, y este Cura a mí muy tarde y que no hay tiempo de llamarlos, queda y si se quieren casar, casarlos, y si no se quieren casar, depositar a ella en una casa que le sugeten, y al Valerio desterrarlo de esta feligresía.
      Juan Ramos, sambo, casado con Josepha de la Concepción Berroterán, da mala vida a su mujer, que dizen que es una negra de buenas costumbres y oficiosa, teme de vivir con él por las amenazas que le haze. El dicho Ramos está en la cárcel por varios delitos, y este Teniente de Governador está en ánimo de desterrarlo de este valle, y con esto quedará la Berroterán libre de un mal golpe, y tal vez de la muerte quedándose ella acá.
       A distancia de una media quadra, ahún menos, de la barranca de este río Curiepe está la Iglesia vieja, de bajareque, y a su continuación, por la banda de la Sacristía, están algunas rafas y tapias que el padre don Vicente Seixas, hoy Cura del Valle, fabrica contra la voluntad de estos vezinos, que querían y quieren la Iglesia una quadra y media más arriba de dicha Iglesia vieja, por ser aquel sitio casi al centro de este pueblo y más libre de las inundaciones del río, bien que estas inundaciones no se pueden temer por ser muy alta la barranca del río. En la quadra o sitio que estos vezinos quieren se edifique la nueva Iglesia, dizen que ya hay fabricados algunos cimientos, que yo no los he visto, y que en este dicho sitio (que está en frente de la casa donde vivo) dispuso el señor Madroñero, el dicho padre Seixa fabricó las dichas rafas y tapias junto a la Iglesia vieja. Yo he dispuesto que se fabrique la Iglesia en este sitio o quebrada que está casi en el centro de este pueblo y en donde quieren estas gentes, (y está) ya hecho el prorateo. Véase el auto en que dispongo se haga esta nueva fábrica.
      Este pueblo y territorio tiene la fama de muy calenturiento y enfermiso, y no es de admirar que padescan de calenturas estos pobres que van al pueblo de Higuerote pasando sudados por espacio de media hora el dicho caño o aguasal de la sabana del Loro. A más de esto se añade que este pueblo está poco despexado, pues hay haziendas de cacao casi pegadas a las casas o que no distan de ellas media quadra, y me parece sería conveniente que en los pueblos enfermisos mandase el señor Governador que unas quinientas varas al circuito de las Iglesias estuviesen los pueblos limpios de arboleda para la ventilación, y que no dexasen sino los arboles totumos por ser muy útiles y alguno u otro árbol frutal.
      Este Cura es Mayordomo interino o Administrador de las rentas de esta Iglesia, y regularmente lo han sido sus antecesores, y unos años con otros, tiene de ingreso esta fábrica por sus derechos parroquiales sesenta y quatro pesos, cinco reales, a más de los cinqüenta pesos de oblata y de gastos ordinarios tiene cinqüenta pesos cada año.
      Este es un terreno cálido y húmedo, y por consiguiente, propenso a enfermedades. Entre el pueblo del Higuerote y el cabo de Codera, en el qual terreno haze el mar una gran ensenada, hay un puerto muy bueno, que llaman Carenero, y allí cerca dizen también que hay una buena quebrada de agua buena, y otros dizen que el agua de dicha quebrada o río es mala.                   
      
FUENTE: OBISPO MARIANO MARTI
DOCUMENTOS RELATIVOS A SU VISITA PASTORAL DE LA DIOCESIS DE CARACAS, (1771- 1784), TOMO II, LIBRO PERSONAL, BIBLIOTECA DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA, Nº 96, FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA, CARACAS, 1998, pp. 732

Recopilación de Adrián Monasterios. Cronista Oficial del Municipio Bolivariano  de Brión.   

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