lunes, 31 de octubre de 2011

HIGUEROTE DE CASERIO A PARROQUIA


ORDENANZA DE 6 DICIEMBRE DE 1850.

Erigiendo en parroquia el caserío de Higuerote.
La Diputación Provincial de Carácas.
RESUELVE:

       Art. 1º Se erige en parroquia el caserío de Higuerote, en el cantón Rio- Chico, cuyos límites serán: por el Norte, la costa del mar, por el Sur, Cerro Grande; por el Oriente, la Boca de Paparo-viejo y por el Poniente, Cabo Codera.
       Art. 2º El gobernador de la provincia en cumplimiento de esta Ordenanza, dará las órdenes competentes, para que se haga el nombramiento de los funcionarios parroquiales conforme á las leyes.
       Dada en Carácas á 29 de Noviembre de 1850, 21 de la ley y 40 de la independencia.- El presidente, José Ignacio Paz Castillo.- El secretario, Guillermo Iribárren.
       Gobierno superior político de la provincia.- Carácas, Diciembre 6 de 1850.- Ejecútese.- Marcelino de la Plaza.- El secretario, Juan Sanoja.
FUENTE: ARCHIVO DE LA ASAMBLEA NACIONAL,
DIPUTACION PROVINCIAL, Ordenanzas, Resoluciones y Acuerdos. 1853-1856, pp. 152- 153
Recopilación: Adrián Monasterios. Cronista oficial del Municipio Bolivariano de Brión.

TERRENOS DE DONACION PARA LA IGLESIA DE HIGUEROTE


PETRONILA MADRIZ DE ARMAS DONA UN PAÑO DE TIERRA PARA  LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA DE  HIGUEROTE

       Declaro yo Petronila Madriz de Armas de este vecindario, viuda, mayor de edad y hábil para obligarme, que en atención á las razones que me ha expuesto la Comisión que me dirigió el Concejo Administrador de este Distrito, por una parte y á la voluntad que tengo manifestada hace tiempo de ceder al Municipio Higuerote para la edificación de una Iglesia y otras obras públicas, una parte de los terrenos que poseo y exclusivamente me pertenecen en dicho Municipio de Higuerote, hago desde hoy y para siempre, gracia y donación pura, perfecta e irrevocable a dicho Municipio de un paño de tierra que se encuentra de mi exclusiva propiedad como queda dicho, en los terrenos mencionados y bajo los linderos siguientes: Naciente, un caño que separa a posesión conocida con el nombre de Sabana del Oro que también me pertenece, de la denominada terrenos de Higuerote, por el Poniente el solar que en estos últimos días he vendido al Señor Benito Jaspe, por el Sur que es el frente de dicho paño de tierra, lo que se conoce, comúnmente con el nombre de Calle de entrada de Curiepe y Rio Chico a Higuerote  y por el Norte que es el fondo la playa del mar. Dicho paño de tierra la estimo en cien pesos. Esta donación la hago de mi libre y entera voluntad y en atención á las razones antes dichas á mis afecciones por el mencionado Municipio y porque su engrandecimiento y progreso ha dado mayor valor al resto de mis terrenos. Reconocida la Comisión que se me ha enviado de mis buenos deseos para el Municipio Higuerote  acepta a nombre del Concejo Administrador del Distrito Curiepe la donación que por la presente hago, y en fe de lo cual firmamos todos, llevándose este documento á la Oficina Subalterna de Registro del Distrito para que sea debidamente anotada y se tenga como justo título otorgado á favor del Municipio Higuerote.- Curiepe Agosto cinco de mil ochocientos setenta y tres.- Petronila Madriz de Armas.- José Simón Gil.- José N. Blanco.- José Isabel Benavides.- P. Mª Benavides.
       Oficina Subalterna de registro.  Curiepe, Agosto seis de mil ochocientos setenta y tres.- Esta escritura ha sido extendida, leída y firmada hoy en su protocolización por la otorgante hallándose presentes los miembros de la Comisión, ante mí y los testigos vecinos que suscriben que damos fe de conocerla.

[N. del T.: Se observan rúbricas de Petronila Madriz de Armas y de los miembros de la Comisión. Igualmente, se observa sello de los Estados Unidos de Venezuela, Estado Bolívar del año 1873 y su valor de diez centésimos.]

FUENTE: OFICINA DE REGISTRO SUBALTERNO DE CURIEPE, P. 40
Recopilación: Adrián Monasterios. Cronista Oficial del Municipio Bolivariano de Brión.

El TERRONERO CURIEPE


El TERRONERO CURIEPE

       El sector El Terronero, se localiza en la parte alta de Curiepe, cercano al cementerio de Curiepe  entre las calles La Soledad, Ca, La Amargura y Caracas y El Calvario.
       Su nombre se debe a la gran cantidad de barro o greda que la conformación de su suelo posee, los antiguos habitantes de esta población narran las calamidades que pasaban los transeúntes en época de lluvia para desplazarse: el barro era tan abundante que los pies quedaban atrapados en el mismo y este barro era utilizado para curar o sanar heridas, ya que  la composición química del suelo posee propiedades curativas; en la actualidad dichos suelos están cubiertos por una capa de asfalto y por las casas que se han construido a su alrededcor.
      En dicho lugar (El Terronero) los niños y niñas; así como los jóvenes solían jugar: pelotica de goma, metras, volaban papagayo, jugaban trompo, gurrufío, entre otros juegos tradicionales. Así mismo; se jugaba pisé y la vieja.
      En las noches solían contar cuentos de tío tigre y tío conejo,  chistes, mitos y leyendas,  (la sayona, la llorona, la cochina paría, los encantos, las brujas voladoras, las ánimas benditas del purgatorio, entre otras) , se jugaba  al policía y  al ladrón, el escondite, ra kun rá, la gallinita ciega, la sillita rota, la cebolla, el gato y el ratón, flor y comento, vuelta el cacho el perolito, la ere paralizada, la ere agachada, los pollos de mi cazuela, la olla, a la víbora de la mar, la garrapata, la coronita, el pásalo y hasta se hacían penitencias como el chicote y el lepe o la lepa.
       También se jugaban juegos de mesa como dominó y a las cartas o barajas como roba pilón, carga la burra, treinta y uno, entre otras.
      Se realizaron en este lugar fiestas y coronaciones en carnaval, palo encebado y carreras de saco, el huevo en la cucharilla y otros más.
      Entre los pobladores de este lugar mencionamos algunos de ellos: Santos Gil, Estefanía Torres, Angelita Galindo (muy versada en conocimientos de herbolaria y ensalmes), Juan Ponce, María Nicolasa Arismendi, Andrea Monterola, Guadalupe Gil, Inés Henríquez, Leandro Landaeta, Astolfo Landaeta, Antonia Longa, José Ana Blanco, Irene Aponte (quien solía contar cuentos y jugar con los muchachos y muchachas del sector),la  Familia Mejía, José Gracio Arteaga y Rafaela Vargas, Leonidas Vargas, Isabel Vargas, Dimas Vargas,  Segundo Longa “Longuita” (conocedor de herbolarias y santiguaba niños y niñas con ataque de lombrices).
       Además, en este sector se llegaron a criar animales de corral como: gallinas, vacas, perros, gatos, chivos, caballos, burros, ovejas, cochinos, gallinetas o gallinas de guinea, guacharacas, gallos patarucos y gallos finos o de pelea, entre otros.
      De igual modo se cazaban aves como el azulejo, el pecho amarillo o cristofué, el pico é plata, loros, pericos.
      Existió un árbol de cautaro,  cuyo fruto se usaba como pega; así tenemos que se  pegaba papel,  los papagayos,  los forros de papel en los cuadernos  y la flor se usaba para preparar remedios para la gripe.
      También se daba – de manera espontánea – la planta de brusca que era usada para santiguar contra el mal de ojo. (mal deojo). 
       Así mismo,  existió una carpintería que perteneció al señor Víctor Henríquez, donde se elaboraban puertas de madera, ventanas, sillas, repisas, entre otros.
       En la actualidad debido a los avances de la tecnología y a leyes de convivencia muchos de estas actividades han desaparecido y la vida se ha vuelto más urbana, alejándose de la ruralidad.   
    FUENTE: Habitantes del sector; Eulogia Blanco, Ángela Blanco, Nicolasa Arismendi, Antonia Longa, Luis Longa, Segundo Longa, entre otros…

RECOPILACION: Adrian Monasterios Cronista Oficial del Municipio Brión

EN LA COSTA DE CHUSPA A CABO CODERA


EN LA COSTA DE CHUSPA A CABO CODERA

El litoral que se extiende desde Cabo Codera hacia el Oeste, es peñascoso y acantilado, con una alborotada montaña que se encima sobre el mar. Pero en diversos lugares se abre la tierra en unos feraces valles, estrechos e irregulares y de poca extensión. Los cubre una frondosa vegetación, por ellos avenan corrientes de un agua cristalina que baja de la encumbrada montaña espaldera. Tales son entierras mirandinas los valles de Chirimena, Aricagua y Chuspa. Mas allá, hacia Occidente y en tierras del Distrito Federal, los de Caruao, La Sabana, Todasana, Oritapo, Osma, etc.
         En todos esos valles  y serranías vertientes había abundante población indígena al llegar los españoles. La conquista los diezmó y sólo quedaron en definitiva contadas y escasas parcialidades indígenas, sometidas a sus correspondientes encomenderos. Allí pronto funcionó la apropiación de tierras por vía de composición, y diversos dueños, a más de los encomenderos, se disputaron su dominio y comenzaron a realizar sus explotaciones agrícolas con mano de obra esclava.
      En Osma, por ejemplo en 1629 solicitaba esas tierras en composición el Capitán Juan Luis Arteaga, casado con Doña María de Vega y Ana de Vera. Alegaba en su petición que dichas tierras estaban casi despobladas, con apenas 4 familias indígenas, las cuales no se perjudicaban con la composición. Según le había firmado el Cacique Suxupara, el valle se llamaba antes Omaquao y era habitado por muchos indios, pero lo despoblaron por temor a los Caribes y sus incursiones.
      En esos Valles de la Costa de Chuspa, Aricagua, y Chirimena debieron hacerse también repartimientos indígenas en los tiempos iniciales de la fundación caraqueña, tales como los ya citados dados por Losada en la Costa Arriba y Píritu. De tales encomiendas sólo se conserva la huella documental de lo referente a Chuspa, en cambio, son más abundantes las noticias de los repartimientos mas cercanos a La Guaira.
    Los indios de Chuspa fueron encomendados en la Data general de Losada a Cristóbal Cobos, junto con otros de diversos lugares de esa Costa. Después pasaron a los Gámez y mas tarde el Capitán José Serrano Pimentel, por su enlace con Doña Francisca de Gámez. Estos indios fueron sacados de sus lugares de origen, y llevados a integrar otras encomiendas de sus dueños en La Guaira y Guarenas.
      En relación  anónima sobre las encomiendas de la Provincia, de mediados del siglo XVIII, se cita en la Costa de la Mar, jurisdicción de caracas, la de Chuspa. Pertenecía al Capitán José Serrano Pimentel y su mujer Doña Francisca de Gámez, para ese momento tenía 20 indios y rentaba 250 pesos de a ocho.
      Los indios encomenderos poseían también en la Costa dos encomiendas más, la Maiquetía con 60 indios y 3000 pesos de renta, y la del Valle y puertos de los Tusmanes con 40 indios y mil pesos de renta. Y en el Valle de los Guarenas tenían otra encomienda importante, con 80 indios y 2000 pesos de renta.
      Como se acostumbraba en ese tiempo, eran frecuentes los traslados e intercambios de indígenas  de un lugar a otro, entre las encomiendas de un mismo dueño, o aun simplemente a otras tierras que poseía el encomendero. Así por ejemplo, el caso de los indios de Capaya y Chuspa, ya relatados. O el de Don Francisco Arayrima, Cacique y principal de los indios de la encomienda del Alférez Don Juan del Corro, quien en 1648 se quejaba al Gobernador se  de haber sido desarraigados de sus lugares de origen y llevados a Antímano y Macarao. Según decía, ellos habían sido sacados por su encomendero de sus naturales de Chichiribichi y Naiguatá, en la Costa, en donde tenían en sus tierras y pesquería. Ahora tenían que recorrer 25 leguas o más, para llegar a Cabo Codera a buscar sal. Por todo lo cual solicitaban ser reintegrados a sus sitios de procedencia.
       Allá en Chuspa existía una Doctrina de indios, que para 1635 estaba regida por el Padre Nuño Tejera de Goise. En 29 de diciembre de ese año, el encomendero Antonio Gámez obtenía autorización oficial para separar su encomienda de la Doctrina e Iglesia de Chuspa, e integrarla a la de Guarenas.
       Los dichos Valles de Aricagua y Chuspa, ya despoblados de indígenas, fueron adquiridos en composición de por diversos propietarios y cultivados principalmente de cacao. En Aricagua, por ejemplo, el Capitán Cristóbal Quijano solicitaba en composición del Gobernador Núñez Meleán, en 1634, 24 fanegas de vegas y montañas bajas a orillas del río, a una banda y otra. Decía que Aricagua servía de centinela de la mar, pero que estaba despoblado y nunca había sido cultivado.  La Data le fue concedida en la forma solicitada, pero las tierras no estaban vacas, como había afirmado. En verdad, ya se habían concedido otras Datas anteriormente a Andrés de Sayas Berrío, Juan de Ascanio y otros, lo cual motivó diversos litigios entre los interesados.
      En 1636 Don Francisco de Sojo, Don Alonso Gámez, Don Domingo Barrios y Don Cristóbal Quijano, dueños de haciendas en Chuspa, Caruao y Aricagua, representaban al Obispo Juan López Agurto de la Mata solicitando asistencia espiritual para ellos y sus esclavitudes. En el Valle de Chuspa, decían, el Prelado había situado un Sacerdote que prestaba su Ministerio a la gente que allí tenía el capitán Antonio Gámez, Ibarra y Diego Lovera. Ellos se encontraban con ciertas labores de cacao y estaban fomentando otras plantaciones, por lo cual mantenían allí en forma permanente algunos esclavos y otra gente. Sojo tenía 8 esclavos negros de Angola; Gámez 5 esclavos y un Mayordomo; Barrios 4 esclavos, y Quijano 11 negros en Aricagua, junto al Valle de Erypa.
      El Obispo concedió la Capellanía solicitada, y agregó a su feligresía la gente de Doña María Cobos, viuda de Gabriel Quijano. La radicó en la Iglesia que ya existía en el Valle de Chuspa, designó para ejercer ese ministerio al Padre Nuño Tejera, Doctrinero de ese lugar, al cual asignó 62 pesos de cóngrua por cuatro meses de Doctrina a las dichas esclavitudes.

FUENTE: CASTILLO LARA, Lucas Guillermo, Apuntes para la Historia Colonial de Barlovento,  Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Nº 151, Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, Caracas, 1981, pp. 715

RECOPILACION: ADRIAN MONASTERIOS. CRONISTA  OFICIAL DEL MUNICIPIO BOLIVARIANO DE BRION.