miércoles, 6 de abril de 2011

LAS BRUJAS VOLADORAS


Muchas personas temen el caminar de noche legando la vieja frase de que “la noche es ajena”. Pero al llegar la noche la mujer conocida como Bruja o Voladora se encuentra en su elemento: es su mundo. La Bruja o Voladora hace voto: entrega el alma al Diablo a cambio detener la facultad de volar. A las doce de la noche, una mujer tendida en el suelo mirando hacia arriba y en una total desnudez hace invocaciones llamando al Diablo. Surge entonces el Tenebroso Caballero de la Noche atendiendo al llamado de la mujer. Se incorpora ésta como una poseída y como primera metamorfosis de la mujer que va encarnar en ave, las tetas de la hembra se vuelven alas siguiendo la transformación hasta convertirse en un pájaro blanquísimo. El cuerpo queda tendido e inerte, ya que el alma sale a volar. Antes profiere inmundas imprecaciones diciendo “sin Dios y sin Santa María” y se lanza al espacio. Después, en la profunda soledad de la noche, la misión de estas aves humanas –Brujas Voladoras-   es descubrir los secretos ajenos, ver las íntimas cosas que ocurren y con detalles el vivir del prójimo.

FUENTE: FERNANDO MADRIZ GALINDO
UNA VISIÓN DE BARLOVENTO
Los Teques, Gobierno del Edo. Miranda, Ediciones Casa de la Cultura, pp. 60, 1969.

Recopilación: Adrián Monasterios. Cronista Oficial del Municipio Bolivariano de Brión.

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